Calle Quevedo y La Carpa
Los
que formamos Calle Quevedo ya conocíamos La Carpa porque como ciudadanos hemos
usado alguna vez sus instalaciones y disfrutado de la oferta cultural que este
espacio autogestionado ofrece a la ciudad. Como colectivo y como arquitectos,
la primera cuestión que abordamos, y que a la postre se ha convertido en
nuestro primer proyecto de investigación, fue la vivienda. La vivienda no desde su punto de vista espacial u organizativo, sino
desde el punto de vista económico. Nos preguntamos a nosotros mismos si
realmente podía ser que no fuera posible ejecutar viviendas con las mismas
calidades pero de menor coste, de manera que todos los ciudadanos pudieran
ejercer su derecho a una vivienda digna. Obviaremos cuestiones relativas a los
diferentes actores del proceso constructivo, incluidos arquitectos, que han
propiciado la situación actual, en la que la vivienda es una utopía por el
momento para muchos jóvenes y está en riesgo para muchos otros no tan jóvenes. Decidimos
pasar a plantearnos directamente modelos
constructivos no habituales que pudieran abaratar costes y simplificar la
ejecución de la obra. Dicho proceso de investigación, que actualmente se
encuentra en su primera fase, nos ha llevado a un modelo constructivo en
madera, con una estructura de madera laminada encolada y el palet reutilizado
como elemento principal, utilizándolo para todos los cerramientos de la
vivienda. La reducción de costes se basa en tres puntos; los materiales reciclados y de segunda mano,
la utilización a su vez de materiales
atípicos para la construcción, lo que los hace en la mayoría de los casos
más asequibles, y la autoconstrucción y
ayuda mutua en la obra.
Nuestra
idea final de este trabajo nos llevará a la creación de un documento que
establezca los pasos a seguir para que cualquier persona pueda construirse su
propia vivienda, por lo que es importante probar el modelo. Desde Calle Quevedo
necesitábamos construir un prototipo,
ya que eso nos permitirá no sólo
corregir posibles errores, sino mejorar la descripción del proceso de ejecución
de la obra de cara al documento anteriormente citado. En nuestra búsqueda
de un lugar donde realizar este prototipo recurrimos a La Carpa, porque sabíamos que es un espacio autogestionado por
diferentes colectivos que comparten
nuestras inquietudes y cuya labor sociocultural nos parece encomiable.
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Maqueta de la oficina |
Calle Quevedo y el
colectivo Kataplof
Para Calle Quevedo el espacio a
construir no es tan importante como el proceso, que es lo que realmente nos
será de utilidad, no obstante, como es lógico, no queríamos que el esfuerzo se
desvaneciera una vez acaba la obra, por lo que buscamos conjugar intereses con
alguno de los colectivos de La Carpa. Fue entonces cuando hablamos con los
integrantes del colectivo Cataplof.
El colectivo Kataplof es al igual
que nosotros, de reciente creación. Su papel dentro de La Carpa será el de llevar adelante la “escuelita
de circo”, que se encargará en líneas generales de ofrecer curso de circo a los
más jóvenes. Necesitaban de un espacio para dos usos principalmente: el de atender
a aquellas personas que estuvieran interesadas en los cursos que ofrecerán, y
el de contar con un lugar de reunión y trabajo para planificar su actividad.
Video. Medición y presupuesto de la oficina sobre maqueta.
La sintonía entre ambos colectivos
fue, desde el primer momento, ilusionante. Fue ilusionante descubrir otras
personas en el mismo contexto actual con la energía y las ideas necesarias. Calle
Quevedo presentó un proyecto con dos ambientes, uno dedicado a la atención y de
carácter más público, más alejado de la carpa pequeña junto a la que se sitúa
el proyecto, y otro más privado de reunión y descanso. Después de algunas
reuniones en donde se terminaron de pulir algunas cuestiones, el proyecto quedó
con el aspecto con que ahora se presenta.
Planta de la oficina
Desde Calle Quevedo estamos doblemente satisfechos con esta colaboración, primero por haber encontrado un grupo de personas que han confiado en nuestro trabajo y ofrecido el lugar y la oportunidad que necesitábamos, y segundo por saber que nuestro trabajo servirá para cumplir una necesidad de un espacio tan rico y útil para la ciudad de Sevilla como es La Carpa.
Alzado sur de la oficina
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